martes, 3 de marzo de 2009

HOY ME TOCA A MÍ... Palabras de Julia. Sobre “La crisis de… los 30?”.


Ayer, en una charla suculenta con mi vieja, surgió un tema que viene siendo el protagonista de varias conversaciones con mi novio, amigos, amigas y entorno en general. Un tema al que mi mamá caratuló: “La crisis de los 30”. Hasta ayer, yo no le había puesto nombre o título alguno, simplemente pensaba que dadas las circunstancias de mi vida (independientemente del tema “edad”), era perfectamente lógica mi debacle mental. Pero luego de analizar los datos existentes, comencé a caer en la cuenta, de que las personas con las que compartí recientemente experiencias y opiniones de vida parecidas a las mías (léase: “la vida es una cagada”, “estamos en la lona”, “no sé para donde disparar”, entre otras), estaban (al igual que yo) acercándose a la tercera década o acababan de cumplirla. Llámese casualidad o coincidencia, verdad o consecuencia, la realidad era esa (hasta con rima me salió). La cuestión es que, la pregunta “vedette” de dichas conversaciones fue, básicamente y para sintetizar la idea: “¿Qué será de la vida?” (frase textual de mi novio que me parece, resuelve por completo la unión de los conceptos tratados). Pregunta a la cuál, por supuesto, no sabemos como coño responder… ete aquí el núcleo del huracán. Mi vieja sostuvo, a lo largo de la tertulia, que definitivamente el desasosiego rotundo, estaba directamente vinculado a la edad, porque (cito textual, o casi) “socialmente, lo que se espera, a nivel inconciente de parte ustedes y conciente de nuestra parte, es que a los 30, no estén todavía buscando el camino a seguir, sino que lo hayan encontrado y estén caminándolo seguros y cómodos”. “No te olvides”, me dijo, “que en nuestros tiempos, a los 30, ya estábamos recibidos, con un trabajo estable y bien pago, casados, con hijos (2 por lo menos) y en planes de comprar una casa propia… Eso, es un estigma que marca tu generación y que no los beneficia para nada. Los modelos que han tenido, no se parecen en lo absoluto a los que están reproduciendo, y quieras o no, generan este tipo de crisis en los chicos de tu edad… Es una cagada, pero es así; tanto ustedes como nosotros esperamos definiciones que si no se producen, se sienten como un fracaso”. La verdad, creo que tiene razón y digo creo porque últimamente no estoy en condiciones de afirmar muchas cosas. Quizás, el peso de los años y el balance el pos de los resultados, son una carga que todavía no hemos aprendido a llevar. No digo que todo este tiempo hemos estado de paseo por la vida, porque en mi caso particular he aprendido muchas cosas que considero como logros, pero honestamente, hay asuntos coyunturales que para una mayor tranquilidad me encantaría tener resueltos y no los tengo. Mi vida hoy, en muchos aspectos, es un gran signo de interrogación. Hace dos días, por dar un ejemplo, se me terminó un contrato de trabajo de tres meses, y si bien estaba previsto que así fuera, mi incertidumbre radica en lo que no estaba previsto, y eso es: TODO lo que suceda a partir de AHORA, comenzando YA! ¿Qué vas a hacer? Paso. ¿Cómo te vas a mantener? Paso. ¿Te vas a recibir? Paso. ¿Dónde vas a vivir? Paso. ¿Vas a buscar otro trabajo? Paso. ¿Tenés alguna cosa en claro????? Paaaaaaaaaaaaaaaaaaaasooooooooooooooooooooo!!!!! Y ahí, sin vaselina y precedido de un “mi más sentido pésame” irónico, Silvio Soldán te dice:
- “Perrrrrrrdiste chiquita!!! No pasaste el ping pong de preguntas y respuestas!!! No podes acceder a la llave que abre el cofre de la felicidad!!!”
La cagada es que, en “Feliz domingo para la juventud”, te perdías un viaje a Bariloche y a los 18; acá te perdés el viaje a un futuro seguro y a los 30.
Pero bue, habrá que achicar el pánico, supongo que debo contemplar la prontitud de los hechos y puesto que acabo de caer al vacío, no sucumbir en malos pensamientos. Tendré que hacer lo posible por llamarme a la calma, ya mismo me cruzo al kiosco en busca de unas botellas de soda y… ¿Qué será de la vida? No sé, el mes que viene les cuento… nos vemos el 7 de abril.

Julia.